La persona autoexigente es aquella que se exige constantemente a sí misma con el objetivo de dar siempre lo mejor de sí.
Frecuentemente la autoexigencia está también relacionada con el perfeccionismo, esa necesidad de buscar la excelencia en todo aquello que uno hace.
Pero es la autoexigencia, ¿positiva o negativa?
Por un lado, podemos pensar que ¿qué hay de malo en exigirnos más? Así podremos ser mejores y más perfectos.
Sí, vale, pero deberíamos saber dónde está el límite.
A priori exigirnos más a nosotros mismos puede ser visto como lo contrario de ser conformistas.
Podemos verlo como algo que nos ayuda a no estancarnos. En definitiva, la autoexigencia puedes verla como una forma de «crecer», ya sea a nivel personal, laboral o intelectual.
El problema es que la autoexigencia puede llevarte a un círculo vicioso en el que no encuentres fin. Es decir, puede llegar un momento en el que nunca tengas suficiente.
¿Eres demasiado exigente contigo misma?
Para saber si eres autoexigente, «lo justo», o «demasiado», he preparado 5 frases en las que mi objetivo es que analices si encajan o no contigo.
¿Te sientes reflejada con estas frases?
1. «Doy lo mejor de mí siempre y no acepto errores ni fracasos.»
¿Hasta qué punto te sientes mal cada vez que aparecen errores en aquello que haces?
Muchas veces la autoexigencia puede llevarte a que, ante un error, sientas que has fracasado. Y el sentimiento de fracaso es un sentimiento muy tóxico que puede afectar directamente a tu autoestima.
Si no contemplas la opción de que haya errores y, si los hay, encima te sientes fracasada, puede que tu autoexigencia sea demasiado elevada y susceptible de crearte problemas psico-emocionales.
2. «Mi autoexigencia no me permite estar nunca satisfecha con lo que hago.»
A veces nos ponemos el listón tan alto que nunca valoramos lo que hemos hecho y nunca nos sentimos satisfechos.
Si te ocurre esto es muy probable que tengas un nivel de estrés y probablemente de ansiedad muy elevado, además de una elevada sensación de insatisfacción que también puede afectar a tu nivel de autoestima.
Si esta sensación de «nunca estoy satisfecha» es frecuente, también te sugeriría que intentaras bajar un pelín ese listón y te enfocaras más en los aspectos positivos de lo que haces.
3. «Aunque me esfuerce en hacer las cosas, siempre acabo con esa sensación de que no es suficiente.»
¿Tienes frecuentemente la sensación de «podría haberlo hecho mejor», incluso cuando has hecho todo lo posible?
Piensa que a toro pasado todo es más fácil. Al final todo es una cuestión de aprendizaje. La primera vez, vas a ciegas y la segunda vez, mejoras.
Pensar en que podrías haberlo hecho mejor una vez ya lo has hecho, es otra de las sensaciones tóxicas de las personas muy exigentes.
Piénsalo al revés. En lugar de decirte a ti misma: «Lo tenía que haber hecho mejor», piensa «la próxima vez lo haré mejor». No sirve de nada sentirte mal por algo que ya ha ocurrido. Aprende de ello y piensa hacia delante, no hacia atrás.
4. «Al igual que soy autoexigente conmigo soy exigente con los demás.»
Este es quizá uno de los aspectos que muchas personas autoexigentes no se dan cuenta hasta que empiezan a tener problemas.
Si quieres ser autoexigente contigo misma es tu decisión, pero exigir a los demás que sean como tú quieres que sean, ahí ya no estoy tan de acuerdo.
Si quieres tienes la opción de rodearte de gente que sea autoexigente como tú, pero otra cosa diferente es «obligar a los demás» a tener también ese nivel exigencia personal.
Sí, lo sé. Uno lo hace sin darse cuenta. Si tienes frecuentemente problemas con los demás porque los percibes poco cuidadosos con lo que hacen y que no tienen un nivel de perfeccionismo aceptable para ti, es posible que estés en un nivel de autoexigencia demasiado elevado.
¿Cuando puede ser la autoexigencia positiva?
Ahora fíjate en esta frase y dime si la autoexigencia, en este caso, te parece más positiva y saludable.
5. «Soy autoexigente porque me gusta crecer y ponerme retos. Sí, exijo lo mejor de mí, pero soy consciente de que nunca va a estar perfecto.»
Si eres autoexigente con el objetivo de crecer y ponerte retos, entendiendo que no va a estar perfecto y sin sentirte fracasada en el caso de que aparezcan errores, genial. Estás usando la autoexigencia a tu favor.
Pero si no es así, estaría bien que trabajaras esta característica, antes de que afecte otros aspectos de tu vida.
¿Has podido detectar en qué punto de autoexigencia estás? ¿Tienes una autoexigencia «justa y adecuada» que te permite crecer y progresar? ¿o es una autoexigencia que te está creando malestar psico-emocional y problemas con los demás? Cuéntamelo en los comentarios.